Naturaleza "espía"
Naturaleza "espía"
Si la naturaleza parece cambiar su comportamiento cuando la "miramos", podríamos intentar engañarla para que muestre sus cartas.
En la década de 1970, el físico estadounidense John Wheeler efectuó un experimento para hacer mediciones sobre las trayectorias de partículas cuánticas después de que hubieran escogido un recorrido o la superposición de dos. Y, tal como pronosticó Bohr, aunque atrasemos la medición, siempre que midamos la trayectoria del fotón, antes de registrarse su llegada a un detector, perdemos toda interferencia.
Podríamos medir cuál fue la trayectoria tomada por una partícula a través de las dobles rendijas, pero solo después de su paso. Para entonces debería haber "decidido" si toma una o dos trayectorias.
Es como si la naturaleza "supiese" no solo que estamos observando, sino que estamos planeando hacerlo.
Cuando descubrimos la trayectoria de una partícula cuántica, su nube de posibles rutas "colapsa" a un estado sencillo bien definido. Más aún, el mero hecho de notarlo, más que cualquier alteración física provocada por la medición, puede causar el colapso.
Hasta el día de hoy los físicos no concuerdan en la mejor forma de interpretar esos experimentos.
Es difícil no inferir que la consciencia y la mecánica cuántica están, de alguna forma, vinculadas.
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada